lunes, 1 de junio de 2009

Reclamo


Reclamo el derecho para mover las caderas, caminar donde quiera, montarme en una bicicleta china, ir hasta el fin del mundo.
Reclamo el derecho para viajar en una guagua, tren, avión, barco sin tener que pedirle permiso a “Big brother”.
Reclamo el derecho de comprar un pasaje con moneda emblemática de José Martí y no la de un rey, una reina, un no se quien.
Reclamo el derecho de viajar como cubano, no como extranjero con pasaporte prestado.
Reclamo el derecho a una balsa lenta en un rio frio que no tenga sal, que no salga al mar, sin tener destino, para disfrutar.
Reclamo el derecho de vivir en la montaña en el valle en la costa en el campo en la ciudad en donde me de la gana, ¡y a ti que te importa!

Reclamo el derecho de vestirme amarillo y azul como un papagayo por cualquier motivo, sin rojo, sin verde olivo.
Reclamo el derecho de no marchar, no hacer guardia, dejar de ser voluntario obligado. (“Toma chocolate, paga lo que debes”).
Reclamo el derecho a la herencia de mi abuelo, de mi padre, de mi hijo. Te comiste lo que era mío, solo te queda la indigestión.
Reclamo el derecho a la mujer cubana, que sea mía sin compartirla a un extranjero con más dinero.
Reclamo el derecho a la familia unida bajo el mismo sol, arando la misma tierra, mascando la misma caña.
Reclamo el derecho de comerme una vaca entera, un caballo, una jutia, empacharme, morirme de colesterol, comer sin control.
Reclamo el derecho de clamar a Dios en mi hogar, en mi templo, en mi ciudad, a mi manera sin leyes intrusas, sin tu nariz sucia.
Reclamo el derecho que no tengo, me lo quitaron, no me lo dan.

Reclamo el derecho de tener derechos.
Reclamo el derecho por mi Cuba.
Reclamo el derecho de vivir en libertad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Reclamamos el derecho a llamarnos cubanos dignamente.
El derecho a formar parte de la humanidad.
Muchas gracias.