sábado, 29 de agosto de 2009

El Negligente



En silencio reflejaba
Sobre la vida en que andaba
Cuando un estruendo,
Rudo estruendo
Por agujero entre teja y teja,
Callo sobre mi almohada
Una gota bien marcada
Para perturbar mí lecho
Dulce lecho donde sueño,
Sueños tan profundos
Que muy lejos de este mundo
Quedo inaudito al sumo,
Hasta que las nubes grises
Su llegada vuelva avise,
Negligente olvidaste,
La gotera no arreglaste.

domingo, 23 de agosto de 2009

Como torero

Esta pequeña poesía la escribí años atrás durante un fuerte enojo. Gracias a Dios, la misericordia que recibimos la podemos compartir.
El enojo y el odio quedaron en el pasado mas las palabras marcan el momento.




A mi enemigo quiero
Como el torero al toro.
¡Muerto!
Eso es todo.

martes, 18 de agosto de 2009

Laberinto



Es un laberinto el corazón,
Donde las sombras se esconden
Y no llega el perdón.
Sin cesar
-los murciélagos vuelan
Buscando donde reposar
Y no existe ese lugar.

Ven y mira;
Como un electrocardiograma
Estudia al paciente.
En este rincón esta tu memoria,
En aquel olor de mujer,
Es tu perfume,
Unos pasos más o menos
Y el aroma cambia.
Mas la oscuridad permanece
Y los murciélagos vuelan.

Es un laberinto el corazón.
Yo atrapado estoy,
Mas tú escapaste.

jueves, 13 de agosto de 2009

Diccionario imperfecto


Yo si celebro este día, uno mas es uno menos.
Fidel, que tengas un cumpleaños infeliz, a Dios que sea tu ultimo.


Diccionario ejemplar
Sin ti no puedo hablar.
Real academia Española
Gracias a ti puedo escribir,
Aunque sin protocola
Más suficiente al diario vivir.

Estudio tu forma de ser
Desde tu “A” hasta la “X”.
Atónito antes tu vis,
Más te admiro, mas aprender.

En el mundo duda no cabe
Sobre letras tienes poder,
Más una omisión encontré
En tus páginas de papel.
Busque definición bajo rata
Y no pude encontrar a Fidel.

viernes, 7 de agosto de 2009

Vikingos



Juan y yo fuimos vikingos
En el barrio colonial
El Garrido en Camagüey.

De un viejo aserradero
Entre astillas y escombros
Rescatamos dos espadas,
Dos cuchillos y una lanza
Desperdicio de un taburete
Y armados hasta los dientes
Atacamos despiadados
Al fortín de doña Carmen
Un jardín de rosas rojas
Cual hermosas indefensas,
Degolladas quedaron todas
Y nosotros los vikingos
Al mirar aquel despojo,
Asustados a nuestras casas
A esperar lo inevitable.

La sentencia fue marcada,
Con las armas del delito
Nos cascaron con enojo.
El resultado quedo claro,
Solo falta agregar,
Un servidor y Juan Pirindingo
Nunca más fuimos vikingos.

martes, 4 de agosto de 2009

¿Miel? (Haicu)



Un beso dado
desconocidamente
¿Miel? No; vinagre.