domingo, 26 de abril de 2009



Admiro


Admiro yo al hombre que no guarda rencor,
Sencillo y humilde, quisiera ser como el.
Pero tengo un demonio que atormenta mi ser.
Crece en mí el odio y se aplaca el amor,
Encarcelado estoy por memorias de ayer.

Vivo día a día en llamas de tormento,
Haciendo de la venganza mi porvenir,
Un corazón endurecido pierde el sentir,
Quiero oír de mi enemigo el lamento,
Vivo día a día para escuchar su gemir.

Miro en el espejo y veo la reflexión
De un hombre afligido en cadenas de dolor,
Escucho en el viento un grito de terror,
No es mi enemigo en el yugo opresor,
Soy yo el que lamenta, es mía la aflicción.

Dios todo poderoso, cúbreme con tu amor,
Limpia mi corazón de toda esta maldad,
Bendice a mi enemigo, de el ten piedad,
Yo quiero ser el hombre que no guarda rencor.

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